¿Quién dudaba que el senderismo no era peligroso? ¿Quién decía que caminar no infringía daños? Que le hagan estas preguntas al pobre de Juliño que mirad como quedó en la ruta de hoy, ¡desparramado! Parece haberse caído de un rascacielos. Así quedó, sin moverse sobre la fina hierba lucense. Pronto nos dará unas clases de yoga, ¡ya veréis! Tengo tantas fotos ahora para usar y algún que otro vídeo para utilizar. Espera y verás.
_Dant_
_Dant_
2 Haz click aquí para poner tu comentario:
Evidentemente el caminar agota tanto... Pero realmente no se como pudo tener fuerzas para contorsionarse de esa manera, después de esa caminata. Un saludo Amigo Dant.
"¡ porque María es mi cariño y mi razón senderista, porque María es mi sentir y padecer, porque María es mi amor y mi musa...!"
Cantaba nuestro gurú en la plenitud de la Naturaleza.
miarna
Publicar un comentario